Cómo mejorar tu manuscrito con un informe de lectura

Imagínate que acabas de terminar tu novela. Has pasado días, semanas, meses, tal vez años escribiendo y, por fin, ves culminada tu obra.

Es posible que en ese momento sientas el mismo vértigo que surge con la página en blanco. Has estado inmerso entre las páginas y ahora toca dar el siguiente paso. ¿Cuál es? ¿Qué puedes hacer? ¿La envías a editoriales? ¿Le preguntas a tu antiguo profesor de Lengua?

Lo ideal en este punto para mejorar tu manuscrito, después de haber hecho unas primeras correcciones básicas, es dar tu libro a conocer a unas pocas personas. Esto es lo que los marqueteros llaman «verificación de producto».

Pongamos, por ejemplo, lo que hacen los creadores de videojuegos. Deben confirmar la jugabilidad de la obra que han creado funciona, que es atractiva para su público objetivo y que no presente ningún problema técnico grave.

Plantéate lo siguiente: ¿y si a tus lectores no les gusta tu libro? Esta duda nos carcome como una termita la madera. ¿Y si nuestros personajes les resultan planos? ¿Y si no transmite nada? ¿Tiene tu libro la calidad suficiente que exigen los lectores?

¿Significa eso que eres mal escritor? No, pero desde tu perspectiva de escritor es casi imposible identificar las áreas de mejora. Es algo habitual, que le pasa hasta Stephen King y a Brandon Sanderson. De hecho, Sanderson tiene lectores alfa que identifican sus primeros fallos y un ejército de lectores beta para ayudar a pulir sus libros.

Para este artículo, cuanto con una invitada de lujo: W. Sayen. Es escritora de fantasía, lectora profesional, y cuenta con un podcast titulado Mundos fantásticos donde recomienda libros y ofrece consejos sobre sus mundos favoritos.

Su primera novela de fantasía publicada, Soy Dragón, está reseñada en mi web de literatura fantástica, por si queréis saber más de ella. También tiene publicada una novela romántica titulada Primavera en el norte.

Los lectores beta, un paso imprescindible para mejorar tu manuscrito

Y sí, acabo de introducirte el primer concepto: los lectores beta. De esta necesidad de sacar de un manuscrito su máximo potencial surgieron lo que comúnmente llamamos «lectores beta» o «lectores cero» (algunas personas marcan diferencias entre estos dos, aunque la función es muy parecida). Es decir, ha llegado el momento de dar a conocer tu libro a un selecto grupo de lectores para poder captar errores que hayan pasado desapercibidos a tus ojos.

Los lectores beta son personas en las que confías, que tienen el perfil de tu lector objetivo y si tienes mucha suerte, también suficientes conocimientos de escritura como para hacer comentarios más profundos.

Evitar este paso en el proceso va a producir, primero, un libro con evidentes fallos que los lectores van a notar. Y segundo, hará que los lectores de ese libro no quieran volver a leer uno tuyo, por no haberles ofrecido un producto con la máxima calidad posible. Porque, por muy bucólicos y artísticos que nos queramos poner, una vez que sacamos al mundo un libro, es un producto que la gente paga por él y exige cierta calidad.

Un lector beta no está para corregirte las comas y las tildes. Eso debes hacerlo tú con la ayuda de libros como este, o de las herramientas que Raúl menciona en esta entrada.

Su trabajo es captar errores de la trama, de continuidad, de personajes que han quedado un poco planos, de subtramas que se te ha olvidado terminar. Mira la obra en su conjunto y te ofrece un feedback de «lo que pensaría un lector prototipo de tu libro». La ventaja de hacerlo antes de publicar el libro y de incluir esto en tu proceso de escritura es que puedes subsanar esos errores a tiempo y ofrecer a tus lectores finales un producto de calidad editorial.

Las limitaciones de los lectores beta

Sin embargo, los lectores beta tienen una serie de handicaps con los que tienes que contar:

  1. No son profesionales, eso implica que su feedback podría no tener argumentación, sino ser puramente subjetivo.
  2. Puede que les llames en mal momento y tengan mucho trabajo u otro tipo de compromisos. Una lectura beta requiere de mucho tiempo.
  3. Puede que se demoren mucho en leer el libro. Como no tiene obligación para ello, empiezan, pero nunca sabes cuándo terminarán.

Pero para todo esto hay una solución: un «lector profesional».

¿Qué es un lector profesional?

Su función es muy parecida a la de un lector beta, pero con muchos más beneficios:

  • Ayuda a identificar tus errores más usuales, lo que repercutirá en tus novelas futuras, ya que supone un aprendizaje «sobre el terreno», en tus propios escritos. Este aprendizaje te dará más rédito que leer veinte libros sobre escritura y nunca aplicar ni dejar que nadie corrija lo que escribes.
  • Establece una línea sobre lo que un personaje puede impactar en el lector. Examina las tramas de cada personaje para que no quede ningún agujero y que el arco de transformación sea satisfactorio. Esto es fundamental para transmitir de la forma más limpia posible el mensaje de tu libro.
  • Revisa el esquema general de la obra, para que el desarrollo sea creíble, tenga un buen ritmo narrativo (y no aburra a los lectores) y enganche al lector desde el capítulo uno. La tensión dramática es un elemento muy difícil de manejar, sobre todo para escritores nóveles (y no tan nóveles).
  • No toca tu «estilo» (lo que en el mundillo se llama «la voz del escritor»), sino que te ayuda a pulirlo. A veces creemos que el hecho de que corrijan un libro va a hacer que pierda parte de la impronta que queremos darle. Nada más lejos de la verdad. Un buen lector profesional (como un buen editor, un buen corrector, etc.) solo quiere sacar a relucir el escritor que llevas dentro y te ayudará a exponer tus ideas de forma más clara.
  • No solo señala lo que se puede corregir de tu obra, sino que resalta tus puntos fuertes para que puedas orientar el marketing de tu novela dándote ideas para que pueda llegar a los lectores adecuados.

Así que, como ves un lector profesional tiene mucho más que aportar que un lector beta. El informe que elabora de tu obra es muy detallado y exhaustivo y él no dejará tu libro para el final. Si me preguntaras a mí, un lector profesional vale como cuatro o cinco lectores beta, más o menos.

Además, tiene otro componente que no podemos echar a perder: como hay que rascarse el bolsillo para pagar a un lector profesional por su buen trabajo, nosotros, como escritores, también nos tomaremos más en serio sus propuestas.

Cómo escoger al lector profesional adecuado para mejorar tu manuscrito

Ahora te voy a dar unos tips rápidos sobre cómo elegir al mejor lector profesional para tu manuscrito.

  • No puedes elegir a cualquiera que aparezca por las redes. Es necesario tener un mínimo de confianza con esa persona, que sepas cómo escribe y sus valores. Si conectas con él o con ella, te será más fácil invertir ese dinero en tu novela, pues sabes que lo dejas en las mejores manos. Puedes seguirle en redes, pedir presupuesto y hablar previamente con el lector profesional para asegurarte de que eliges a la persona adecuada. Estoy segura de que cualquiera estará más que disponible para esto.
  • No todos los lectores editoriales sirven para el mismo género. Lo más recomendable es que encuentres a uno especializado en tu mismo género. Yo, por ejemplo, solo me comprometo a hacer informes sobre libros de fantasía y de romántica, porque conozco las convenciones de los géneros, los clichés y el mercado. Puedo aportar mucho más que si leyera una novela negra.
  • Recuerda que un lector profesional no hace editing, ni tampoco es un corrector ortotipográfico o de estilo. Esos servicios deberás contemplarlos en tu presupuesto final. Sin embargo, un buen lector profesional te ayudará a sacar el máximo partido a tu obra desde el minuto uno. De nada sirve corregir una novela hasta la última coma si la historia no va a enganchar a tus lectores.
  • Asegúrate primero de qué incluye el informe que te va a dar el lector profesional y de cuánto tiempo va a tardar en realizarlo. Si es profesional, tendrá un modelo típico de informe para que sepas qué áreas trabaja (no todos los lectores profesionales trabajan de la misma forma). A veces lo que necesitamos para sacar lo máximo de una novela es una mentoría profesional u otro tipo de servicio como una lectura profesional de la escaleta o la idea de la novela, o tal vez tu problema se solucionaría con una consulta profesional de una horita. Pregunta específicamente si lo que tú necesitas es lo que el lector va a hacer para ti. Así después no te arrepentirás de invertir ese dinero y repercutirá en un beneficio mayor para ti.

¿Buscas un lector profesional de fantasía o novela romántica?

Sacar una novela al mundo es un trabajo arduo, es cierto. Pero quiero que durante un momento pienses desde el punto de vista de los lectores. Ellos van a pagar por tu novela y se merecen tener el mejor producto en sus manos.

Si leen algo tuyo, lo que quieres que piensen es que han leído un gran libro y que quieran leer más de ti. No quieres que piensen que «podría haber estado mejor». Invertir en una gran novela va repercutir en una gran presentación al mundo del autor que eres y de tus futuros libros.

Si después de leer este artículo te interesa un informe de lectura profesional de tu manuscrito.

Si, además de eso, te gusta cómo te he explicado esto y escribes literatura fantasía o romance.

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