Derechos de autor y retellings para escritores de fantasía

En los últimos años, los retellings se han convertido en un fenómeno editorial. Si no sabes qué son, es fácil: son reinterpretaciones de viejas historias, ya sean mitos o cuentos populares y de hadas. 

En el primer grupo, tienes novelas como La canción de Aquiles, una obra extraordinaria que narra la vida de Patroclo y Aquiles que reseñé en mi otra web, mostrando la faceta más humana de este héroe. También Ariadne de Jennifer Saint.

En el segundo tienes, por supuesto, la inmensa mayoría de las películas clásicas de animación de Disney, varios de los relatos que conforman los dos primeros libros de La saga de Geralt de Rivia, o la saga de Las crónicas lunares de de Marissa Meyer, que reescriben, en cada volumen y de acuerdo a los esquemas de la literatura juvenil, cuentos clásicos como Rapunzel o Caperucita Roja. 

En esta entrada, sin embargo, no me voy a centrar en recomendarte retellings, ni en explicarte cómo funcionan. Mi objetivo es que tengas muy claro en qué casos es posible reescribir una historia, y cómo funciona la propiedad intelectual. 

Lo primero de todo, ¿sabes qué es una obra de dominio público? 

Una obra de dominio público es cualquiera que puedes explotar, como quieras, sin tener que pagar ni pedir permiso a nadie. Es decir, no está protegida por derechos de autor. 

La mayoría de las veces, se trata de obras antiguas, cuyos derechos de autor han expirado porque su autor falleció hace mucho tiempo. 

En España, una obra literaria pasa a formar parte del dominio público 70 años después de la muerte del autor. El número de años, cambia en otros países y, para obras de autores del siglo XX en adelante, la situación se complica debido a intereses económicos. 

¿Qué significa eso? Que la Iliada, la Odisea, el Cantar del Mío Cid y, en general, cualquier obra anterior al año 1900 forma parte del dominio público y puedes utilizarla con total libertad.

Tú podrías descargarte la obra original de El lazarillo de Tormes, maquetarla, hacer una portada para el libro, y venderla la semana que viene. Es probable, eso sí, que Amazon no lo acepte. Para evitar a cientos de listos haciendo eso, te obliga a que tu edición de una novela de dominio público incorpore cierto contenido original, tal y como explican en este enlace

Si tu versión incluye ilustraciones propias, es una versión comentada, una retraducción propia de la obra o un retelling, no te pondría pegas. 

¿Y qué pasa con las obras de autores que murieron después del 1900? 

Para autores del siglo XX, la cosa se complica bastante. Un ejemplo claro es la obra de H. P. Lovecraft, un autor que murió hace bastante años como para formar parte del dominio público, pero cuya obra está en un limbo extraño por varios intereses económicos. 

En un principio, el universo creado por Lovecraft puede ser usado por otros autores: él mismo quería que otros pudieran expandir esta mitología. Las novelas y relatos están en una situación más complicada. También debes tener en cuenta que muchas aportaciones a los mitos de Lovecraft fueron realizadas por autores posteriores y estas sí pueden estar protegidas por derechos de autor. 

Si quieres comprobar si la obra en la que quieres basar tu retelling forma parte del domino público, te recomiendo que eches un vistazo a esta entrada de Mariana Eguaras, donde te explica cómo hacerlo.

Los derechos de autor de obras derivadas como los retelling

Esto es importante. Una obra de dominio público es de todos, pero cualquier obra derivada de esta, está protegida por derechos de autor. 

¿Eso qué significa? 

Piensa en La Sirenita. La obra original está escrita en inglés, y forma parte del dominio público. Sin embargo, la película de Disney está protegida por derechos de autor.

Del mismo modo, si tú decides crear un retelling de La Sirenita, esta novela sería solo tuya, y podrías inscribirla en el registro de la propiedad intelectual y decir que eres su autor. En esta entrada te explico cómo hacerlo.  

Entonces, ¿Disney no puede venir con sus abogados y reclamar hasta mi ropa interior vieja por mi retelling

Si tu obra es un retelling de uno de los cuentos que ellos ya han adaptado, pero las similitudes son con la obra original y no con su versión, no deberían llevarte a los juzgados. Retellings de obras como La Sirenita, La Bella y la Bestia, o Aladino hay a montones, y sus autores no viven con miedo a que Mickey Mouse les abofetee con una citación judicial. 

Sí que puedes buscarte problemas, no obstante, si copias elementos de alguna obra derivada: por ejemplo, si plagiases diálogos enteros de la película de Disney, o la versión de La Sirenita de tu cubierta fuese demasiado parecida a la del largometraje. 

¿Qué me recomiendas? 

Como ya te dije anteriormente, por norma general todo aquello que pertenece a autores que murieron antes del 1900 son de dominio público. 

Con las obras de autores posteriores, lo normal es que se aplique la norma de los 70 años después de muerto. En 2022, las obras de todos los autores fallecidos antes de 1952 deberían tener sus derechos patrimoniales expirados y podrías escribir un retelling sin problemas. 

Pero si se trata de escritores muy reconocidos, como el caso de Lovecraft, cuya obra todavía mueve mucho dinero, puede haber alguien gente detrás intentando conservar los derechos patrimoniales de su obra. 

Lo ideal, como ya dije antes, es que los averigües tú mismo, o que contactes con alguna persona especializada en el tema.

En Alcandaya no somos expertos en propiedad intelectual, pero maquetamos libros y, si te has decidido a autopublicar tu primera novela, tenemos un ebook gratuito que creemos que puede interesarte, y del que hablo a continuación:

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Errores comunes al autopublicar tu primer libro

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