Galeradas: qué son y qué errores buscar

Hayas decidido maquetar tu propio libro, o contratar los servicios de un maquetador, las galeradas son un paso obligatorio antes de publicar tu libro. 

Porque los maquetadores, hasta donde yo sé, son todos humanos. Y hasta el humano más listo puede cometer errores. 

En esta entrada te voy a explicar qué son las galeradas y qué tipo de errores es más probable encontrarse al realizar una.

Qué son las galeradas

Las galeradas son, por norma general, el último paso que se realiza antes de publicar un libro, lo publiques por tu cuenta o de la mano de una editorial tradicional. 

Es la última revisión que se realiza a un libro antes de mandarlo a imprimir y ponerlo a la venta, en la que se buscan cosas como erratas, pequeños errores de formato o de maquetación y, en general, cualquier fallo que pueda haber pasado por alto cualquiera de las personas que haya trabajado en el libro. 

Para realizar las galeradas vas a tener que leer tu historia una vez más, y vas a tener que hacerlo con tranquilidad y paciencia. Lo ideal es que no lo hagas en el ordenador, sino con una copia física de tu libro. 

Si vas a autopublicar tu libro en Amazon, te recomiendo que pidas una copia de prueba y la utilices para las galeradas. Sé que estos ejemplares vienen con una horrenda banda que dice “No me vendas”. También que los gastos de envío no son baratos (y no te salen gratis si tienes Prime, por cierto). Pero es un pago que realizas una vez, y que te va a garantizar que tu libro está publicado con un mínimo de calidad. Así que no seas rata. 

En caso de que trabajes con una imprenta o una editorial, tendrás que preguntarles cómo trabajan el tema de las galeradas. En caso de que no te envíen un ejemplar en papel, una opción que tienes es realizar una prueba de impresión “casera” como la que explica Mariana Eguaras en esta entrada de su web. 

5 errores que puedes encontrar de forma habitual en unas galeradas

A continuación, te explico algunos de los errores más comunes que pueden aparecer en las galeradas, a los cuales deberías prestar especial atención: 

Líneas viudas y líneas huérfanas 

Hace un tiempo, hablé en Alcandaya sobre el apasionante mundo de las líneas viudas y huérfanas. Con ello me refiero a aquellas líneas de un párrafo que se quedan solas al final de una página o el principio de la siguiente. 

Son algo que no queda bien en un libro y una de las labores de un maquetador profesional es realizar pequeños ajustes al texto, como explico en esta entrada, para eliminarlas. 

Cabeceras y números de página

A la hora de incluir números de página y cabecera, en el diseño de libros existen una serie de convenciones, sobre cuándo se incluyen o no estos elementos. 

El maquetador del libro, con toda seguridad, va a conocerlos. Pero como no es perfecto, conviene prestar atención a los siguientes casos cuando estés a la caza de errores. 

En primer lugar, lo habitual es que las páginas de inicio de un capítulo no tengan texto en la cabecera. Si el número de página está en el margen inferior, sí que debería aparecer. 

En segundo lugar, si tu novela tiene ilustraciones que abarcan una página completa, lo normal es que no haya números de página, ni cabeceras, ni nada que quite protagonismo a la imagen. 

Finalmente, los números de página no suelen aparecer en las primeras páginas del libro (portadilla, agradecimientos…), y tampoco aparecen en el índice. 

La fuente o tipo de letra: revisa el tamaño, y si se aplica la adecuada en cada momentos

En una novela lo habitual es que haya letras de distintos tamaños, y que se empleen cosas como la negrita y la cursiva, según su función en el libro. 

A continuación, te doy algunos ejemplos, más allá del cuerpo de texto o el título de los capítulos de tu novela: 

  • Si tu novela incluye notas de pie de página, estas deberían emplear la misma fuente que el cuerpo de texto, pero un tamaño un poco más pequeño. 
  • Si en tu novela aparece una carta, también existen ciertas convenciones: el tamaño de la letra es más pequeño, y debería distinguirse del cuerpo del texto por tener un margen mayor a izquierda y derecha, y un espacio en blanco al principio y el final de la carta. 
  • Si has incluido un apartado de bibliografía, debes de estar muy atento, porque existen normas estrictas a la hora de darles formato. Varias, de hecho. El primer paso, es decidir cuál vas a aplicar, y luego asegurarte de que lo haces de la forma correcta. 

Lo habitual en un libro, por otro lado, es que la mayoría del texto esté justificado, por lo que si ves un párrafo donde esto no suceda y desconoces el motivo, es buena idea comentarlo.

La división de palabras al final de una línea

Lo más habitual en el diseño de un libro, es que en los títulos de los capítulos y partes de la obra no se separe una palabra con guion al final de una línea. Si ves que esto sucede al realizar las galeradas, corrígelo o avisa a quien deba hacerlo. 

Otro error que puedes encontrarte, es que la última letra coincida en varios renglones consecutivos. Esto puede entorpecer la lectura, por lo que si lo identificas, es buena idea corregirlo. 

En caso de que utilices palabras extranjeras, es importante que compruebes durante las galeradas que la separación a final de línea sigue las normas de separación de dicha lengua.

Las calles

En la maquetación, hay una calle cuando el espacio en blanco entre palabras en varios renglones consecutivos te permite dibujar una línea recta sin que toque ningún letra. Se suele considerar un problema, cuando esto sucede en tres o más líneas consecutivas. 

Hasta cierto punto, esto es una cuestión menor. A veces, un maquetador tiene que priorizar, y si tiene que elegir entre una calle y una línea viuda, lo más probable es que corrija la segunda, aun a costa de la primera. 

El problema real es que, cuando justificas el texto con un programa como Word o Indesign, estás distorsionándolo. Para forzar que todos los renglones empiecen y acaben en el mismo punto, el programa puede aumentar el espacio entre caracteres y el espacio en blanco entre palabras. 

Por este motivo, te puedes encontrar en una situación donde lo que hay no es una calle, sino una avenida. Puedes tener tres líneas en las que, para justificar el texto, el programa ha aumentado mucho el espacio entre palabras y que como resultado de esta distorsión, te quede una calle muy ancha, como en el ejemplo que te doy a continuación.

En este caso, he manipulado el texto para exagerarla. Lo importante es que te quedes con la idea, vamos.

A este tipo de situaciones, es a las que sí que deberías prestar más atención. Para corregirlas, se suele emplear el mismo método que al revisar las líneas viudas y huérfanas, del que hablo en esta entrada.

¿Y si encuentro una errata diferente?

Pues comunícasela al maquetador, o corrígela si lo has hecho tú mismo. En esta entrada, los errores que he mencionado son algunos de los que, en mi opinión, es más probable encontrarse al realizar las galeradas. Pero no son los únicos.

Si al hacerlas ves algo que no te gusta, o tienes alguna duda, lo mejor es que contactes con el profesional en cuestión, y se lo preguntes.

¿Te has decidido a autopublicar tu primer libro?

Si es así, no te vayas todavía. Alcandaya ofrece de forma gratuita, a los suscriptores de su lista de correo, una checklist en la que hemos incluido los errores más comunes que cometen los escritores al autopublicar su primer libro. Consta de tres apartados diferenciados: 

  • Cubierta y portada
  • Formato del libro
  • Contenido del libro

Si quieres conocer cuáles son esos errores, y subsanarlos antes de darle a publicar, puedes unirte a la lista rellenando el formulario más abajo:

Errores comunes al autopublicar tu primer libro

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